jueves, 10 de febrero de 2011

Batallas Diarias

Vista gruta de Lourdes Santiago La certeza de las palabras son capaces de calmar toda esa sed de ayer. Esas mismas cavilaciones que inquietan la conciencia, logran imponerse sobre la ingenuidad de un mundo adormecido, como resultado de falsas figuras que aparecen bajo nuestros píes. El ruido ensordecedor de lo cotidiano no ayuda a discernir entre las idealizaciones, que vuelven a encenderse como faroles en mitad de noche.

Con pánico volvemos a cobijar los secretos en el silencio; aquellas frases manoseadas por el tiempo, nos enseñan que la Vida no se puede evitar y que tarde o temprano, terminaremos entrando a su juego y en el recuerdo de una tarde de invierno, nos volvemos a sentir abrazados por una sociedad que avanza creyendo en un futuro mejor, donde no es capaz de sembrar verdaderos gestos de amor, e intentan alucinarnos a cada momento.

Respirar profundo e intentar comprender lo que nos rodea, aunque no logremos entenderlo todo y aunque no ganemos un “Nobel” al entendimiento, nos llevará a entender todo de un modo simple. Lo que creemos, lo que esperamos y lo que es posible llevar a cabo, se traduce en un cambo de la mirada respecto al día a día; como pequeños soldados, volvemos a la batalla diaria, aprendiendo a vivir.

P  r  i  n  c  i  p  i  t  o
Desde mi Principado para el Mundo