Retorcidos Pensamientos

En la eterna común unión de nuestra vida, en los casos extremos de santidad, en aquellos lugares donde brota la locura, es en donde hemos de buscar alguna experiencia de vida para nosotros, para nuestra alma… Arrancando de los santos, apartándonos y desarraigándonos del ambiente formalista de Dios.

Y es que de alguna forma somos adolescentes, de esos entre 12 y 33, entre el primero y el último, entre aquel que vino, que estuvo y que ha de volver, entre aquel que amó hasta el extremo y aquel que dejó entrar a la pereza.

Es en la seguridad de nuestros afectos que corrompemos la vida, para seguir a nuestros deseos, damos permiso a los planes que alguna vez fueron para comenzar a vivir del amor. Los proyectos sin construir de algún espíritu joven, que busca sus ángeles, se encuentran allí varados al borde del precipicio, a punto de caer, tal vez seducido por la rebeldía o quizás vencido por lo mediático.

Al final de todo y como una rosa perlada, que va perfumando la medianoche de la razón, habita un corazón retorcido esperando que la tranquilidad sea su compañera, al menos por hoy, al menos hasta que termine esta loca teleserie de lo amable y lo extraño. (XII – VIII – MMVI)

Principito
Desde mi Principado para el Mundo

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